“Insinúo aquí que la literatura de autoayuda, la fuerza de las propuestas esotéricas y sus talismanes mágicos compiten en igualdad de circunstancias con los neodictadores de América Latina y sus propuestas de tolerancia cero, cuyo núcleo vital, la intolerancia y el autoritarismo, se ofrecen (con grandes adeptos) como un tejido discursivo y práctico capaz de inclinar las pasiones y conferirles, momentáneamente, motivos para imaginar que el huracán se aleja”.1
A lo largo de la historia, el hombre fue construyendo un universo simbólico que le permitió recrear su propio mundo de significaciones. Del mismo modo, tuvo la necesidad de encontrar respuestas a interrogantes cotidianos y a la vez, existenciales. Si en la antigüedad encontró justificaciones en mitos, o en una religión cuyo Dios servía como eje de central de su existencia, más tarde, la Razón actuó como parámetro de toda su realidad, razón que le permitió a la humanidad avanzar desde la ciencia y las disciplinas que iban surgiendo. Sin embrago, llegamos al presente y continuamos con planteos, seguimos trazando nuevos interrogantes y aún, después de todos estos años, las dudas continúan.
Desde una posmodernidad o plantados desde un presente etéreo, plasmado de conceptos de cambio, de continuos avances, de términos como “globalización” y “pérdida de fronteras”, continuamos sin tener respuestas concretas. Es decir, nos vemos en una constante cuerda floja en la que el movimiento del mundo nos “ofrece” pero nos “quita”, nos otorga una libertad aparente que en realidad no plantea más que un sistema que nos sujeta y donde nada parece librado al azar. Como diría Marchal Berman “Ser modernos hoy es vivir en este mundo donde todo es aventura, pero al mismo tiempo todas estas posibilidades pueden ser destruídas” (…) y es en esta vorágine donde parecemos arrojados y dirigidos, hacia la desintegración y la renovación.
Aún hoy, necesitamos anclarnos a cosas, ideas y/o imaginarios que nos den sentido, nos respalden, y tal vez, hasta nos resguarden. En este sentido, ante la caída de estos “Grandes Relatos” que fueron parte de la modernidad, encontramos que aquellas verdades que operaron como válidas en un determinado momento, es decir en una contingencia[2] (en un aquí y un ahora), en la actualidad no lo son. Ante la necesidad de ese “algo” que nos contenga hacemos una regresión hacia lo espiritual y religioso, que se puede analizar desde el surgimiento o la “moda” de los libros de autoayuda, de la cultura oriental, la meditación y la filosofía budista, que son tomados en la actualidad para lograr entender mejor algunos aspectos de la vida.
Es en este tiempo de la “revoltura” y de la hibridación cultural donde podemos encontrar una vuelta hacia aquel pasado religioso que interactúa con el presente, “de lo viejo a lo nuevo”. Sin ir más lejos, vemos que hay un arraigo a viejas imágenes, buscamos la salvación en un contexto que sólo ofrece desequilibrio y desigualdad. Por ello, encontramos cantidad de personas que se aferran a la fé (tal vez en busca de protección) y encuentran un espacio de “pertenencia e identificación”.
De todas maneras, estas cuestiones no son más que una representación de una sociedad que se encuentra atravesando una serie de cambios que le provocan incertidumbre, vacilación, dudas. Una sociedad, que en una época encontró respuestas para todo mientras alzaba una verdad que creía verdadera y al mismo tiempo, acallaba otras que tenían otros saberes.
Ahora, se encuentra con una realidad que se modifica, un mundo que plantea nuevos cambios y una naturaleza que se derrumba y esta en alerta. En este contexto, el ser humano intenta encontrar nuevos caminos y algunos, parecen hacerlo de la mano de la religión. Tal vez sea porque aún seguimos sin encontrar respuestas y tenemos miedo, porque vemos que el mundo se nos va de las manos y seguramente, ya sea hora de comenzar a reconstruirlo.
[1] Reguillo, Rossana (2006) Los miedos contemporáneos: sus laberintos, sus monstruos y sus conjuros. En: Pereira G., José Miguel y Mirla Vellardiego Prins (editores) Entre miedos y goces. Comunicación, vida pública y ciudadanías. Editorial Pontífica Universidad Javariana.
[2] Rorty, Richard, “La contingencia del Lenguaje”
[2] Rorty, Richard, “La contingencia del Lenguaje”
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