lunes, 14 de septiembre de 2009

Tiempo sin Tiempo

Tiempo sin tiempo
Preciso tiempo necesito ese tiempo
que otros dejan abandonado
porque les sobra o ya no saben
que hacer con él
tiempo
en blanco
en rojo
en verde
hasta en castaño oscuro
no me importa el color
cándido tiempo
que yo no puedo abrir
y cerrar
como una puerta

tiempo para mirar un árbol un farol
para andar por el filo del descanso
para pensar qué bien hoy es invierno
para morir un poco
y nacer enseguida
y para darme cuenta
y para darme cuerda
preciso tiempo el necesario para
chapotear unas horas en la vida
y para investigar por qué estoy triste
y acostumbrarme a mi esqueleto antiguo

tiempo para esconderme
en el canto de un gallo
y para reaparecer
en un relincho
y para estar al día
para estar a la noche
tiempo sin recato y sin reloj

vale decir preciso
o sea necesito
digamos me hace falta
tiempo sin tiempo
Benedetti

martes, 8 de septiembre de 2009

¿Existen las coincidencias?

¿Qué es lo que nos lleva a encontrarnos con determinadas personas en lugares y tiempos específicos? ¿Acaso tiene un sentido, o sólo es plena casualidad del destino?
Si pensamos que el universo conspira para que nos pasen determinadas cosas, ¿será porque tal vez algo debemos aprender de ellas?
Y en ese momento... donde no replantemos para donde salir disparando, tratamos de entender por qué nos pasa lo que nos pasa y buscamos en lo más profundo de nosotros hacia donde ir...aparece alguien que sutilmente te dice...si necesitás, en algún momento avisá y te ayudo a buscarte!

lunes, 7 de septiembre de 2009

Desde todos los espacios

Aunque los caminos se bifurquen...
Seguimos creciendo, seguimos aprendiendo... y nos seguimos eligiendo.

Mis Cables a Tierra


Porque cada día son más parte de mi vida...

Recuerdos


Y en ese momento que sentís que desaparece
No entendés... no se explica...
Algo se da vuelta... deja de estar...se desvanece sin darte explicaciones
Quedan recuerdos en la mente... divagues de la memoria... Sensaciones que te devuelven los estados... los sentidos...
Calles de tierra... y la casita de siempre...sin modificaciones.... firme como si el tiempo no pasara... tiempo que para vos no alcanza... allí parece desaparecer
Silencio...calorcito de salamandra...y todo lo que la hace especial....allí estas

jueves, 2 de octubre de 2008

Búsqueda de respuestas

“Insinúo aquí que la literatura de autoayuda, la fuerza de las propuestas esotéricas y sus talismanes mágicos compiten en igualdad de circunstancias con los neodictadores de América Latina y sus propuestas de tolerancia cero, cuyo núcleo vital, la intolerancia y el autoritarismo, se ofrecen (con grandes adeptos) como un tejido discursivo y práctico capaz de inclinar las pasiones y conferirles, momentáneamente, motivos para imaginar que el huracán se aleja”.1

A lo largo de la historia, el hombre fue construyendo un universo simbólico que le permitió recrear su propio mundo de significaciones. Del mismo modo, tuvo la necesidad de encontrar respuestas a interrogantes cotidianos y a la vez, existenciales. Si en la antigüedad encontró justificaciones en mitos, o en una religión cuyo Dios servía como eje de central de su existencia, más tarde, la Razón actuó como parámetro de toda su realidad, razón que le permitió a la humanidad avanzar desde la ciencia y las disciplinas que iban surgiendo. Sin embrago, llegamos al presente y continuamos con planteos, seguimos trazando nuevos interrogantes y aún, después de todos estos años, las dudas continúan.
Desde una posmodernidad o plantados desde un presente etéreo, plasmado de conceptos de cambio, de continuos avances, de términos como “globalización” y “pérdida de fronteras”, continuamos sin tener respuestas concretas. Es decir, nos vemos en una constante cuerda floja en la que el movimiento del mundo nos “ofrece” pero nos “quita”, nos otorga una libertad aparente que en realidad no plantea más que un sistema que nos sujeta y donde nada parece librado al azar. Como diría Marchal Berman “Ser modernos hoy es vivir en este mundo donde todo es aventura, pero al mismo tiempo todas estas posibilidades pueden ser destruídas” (…) y es en esta vorágine donde parecemos arrojados y dirigidos, hacia la desintegración y la renovación.
Aún hoy, necesitamos anclarnos a cosas, ideas y/o imaginarios que nos den sentido, nos respalden, y tal vez, hasta nos resguarden. En este sentido, ante la caída de estos “Grandes Relatos” que fueron parte de la modernidad, encontramos que aquellas verdades que operaron como válidas en un determinado momento, es decir en una contingencia[2] (en un aquí y un ahora), en la actualidad no lo son. Ante la necesidad de ese “algo” que nos contenga hacemos una regresión hacia lo espiritual y religioso, que se puede analizar desde el surgimiento o la “moda” de los libros de autoayuda, de la cultura oriental, la meditación y la filosofía budista, que son tomados en la actualidad para lograr entender mejor algunos aspectos de la vida.
Es en este tiempo de la “revoltura” y de la hibridación cultural donde podemos encontrar una vuelta hacia aquel pasado religioso que interactúa con el presente, “de lo viejo a lo nuevo”. Sin ir más lejos, vemos que hay un arraigo a viejas imágenes, buscamos la salvación en un contexto que sólo ofrece desequilibrio y desigualdad. Por ello, encontramos cantidad de personas que se aferran a la fé (tal vez en busca de protección) y encuentran un espacio de “pertenencia e identificación”.
De todas maneras, estas cuestiones no son más que una representación de una sociedad que se encuentra atravesando una serie de cambios que le provocan incertidumbre, vacilación, dudas. Una sociedad, que en una época encontró respuestas para todo mientras alzaba una verdad que creía verdadera y al mismo tiempo, acallaba otras que tenían otros saberes.
Ahora, se encuentra con una realidad que se modifica, un mundo que plantea nuevos cambios y una naturaleza que se derrumba y esta en alerta. En este contexto, el ser humano intenta encontrar nuevos caminos y algunos, parecen hacerlo de la mano de la religión. Tal vez sea porque aún seguimos sin encontrar respuestas y tenemos miedo, porque vemos que el mundo se nos va de las manos y seguramente, ya sea hora de comenzar a reconstruirlo.
[1] Reguillo, Rossana (2006) Los miedos contemporáneos: sus laberintos, sus monstruos y sus conjuros. En: Pereira G., José Miguel y Mirla Vellardiego Prins (editores) Entre miedos y goces. Comunicación, vida pública y ciudadanías. Editorial Pontífica Universidad Javariana.
[2] Rorty, Richard, “La contingencia del Lenguaje”

sábado, 27 de septiembre de 2008

Revoluciones


A veces nuestra mente divaga por lugares que no coinciden con el tiempo y espacio en donde se encuentra nuestro cuerpo. En cuantos momentos sentimos esa extraña sensasión que no podemos identificar, una mezcla entre melancolía, tristeza, desazónm, nervios; que no entendemos, pero esta y nos quiere decir algo... ¿Qué nos pasa?
Hay algo en nuestro interior que nos transmite un alerta, somos un todo y como tal, necesitamos estar en armonía. En esos momentos, hay algo que nos esta haciendo sentir así, nos incomoda, nos perturba, nos vuelve pensativos o irritables. Si las cosas no estan como quisieramos, o hay algo que nos preocupa o nos compunje, creo que de eso se trata la vida, de superar difenrentes situaciones y sacar algo de ellas, nunca nada es perfecto...
La idea es que estemos en un continuo aprendizaje, en un constante cambio que nos lleve por zonas de oscuridad y de sombra, que al atravesarlas nos permitan ver al luz con más intensidad.